Programa de intervención
¡¡¡OJO CON LO QUE VES!!!
Nuestro
proyecto de intervención “Ojo con lo que ves”, tratará el sexismo en la
publicidad y estará dirigido a los adolescentes de edades comprendidas
entre 12-16 años. Este proyecto se llevará acabo en ámbitos formales como institutos con el fin de que ellos se conciencien de la publicidad
sexista que continuamente bombardea
las mentes de las personas, a través de diversas formas de desigualdades de género que
son acompañados de engañosos estereotipos y roles que influye en nuestro día a
día transmitiéndonos valores vacíos basados en la pura superficialidad y
engaño.
A continuación os dejamos un breve resumen del proyecto:
El lenguaje sexista en los medios de comunicación
Antes de profundizar en el lenguaje sexista, explicaremos lo que es el lenguaje y la influencia que puede ejercer sobre las
personas. Por lo tanto, el lenguaje puede ser considerado un instrumento de
carácter democrático que valora y fortalece a cada una de las personas que
intervienen en el proceso educativo y en la sociedad. Según Calero (1999), las
lenguas pueden llevarnos a cambiar nuestra percepción del mundo, e incluso a
que nuestra actuación se dirija de una manera determinada.
Actualmente, el
lenguaje se ve afectado por el sexismo y dicho sexismo se puede ver
representado través de los medios masivos de comunicación como son Internet, el
cine y la televisión. Es por tanto que la multiplicación y repetición de las
imágenes sexistas en estos medios, hacen que la distorsión de la realidad sea
permanente, garantizando una educación simple, superficial y alejada de la
realidad que se muestra a través de la aparición de estereotipos y del lenguaje
sexista, llegando en ocasiones a atentar contra la dignidad de las mujeres.
(Barzabal &, 2005).
A pesar de que todos y todas estamos expuestos y expuestas a
esta influencia de medios, los adolescentes son los más vulnerables ante esta
manipulación de los medios, ya que estos últimos aprovechan la inseguridad y curiosidad que los adolescentes poseen, para moldearlos al antojo de la sociedad que se desea
creando de este modo una grave distorsión de valores que desemboca en
comportamientos violentos y agresivos y comportamientos de riesgo como las
relaciones sexuales tempranas o relaciones tóxicas que puede acabar en una
posible violencia de género (Martínez-Lirola, 2010)
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